“El deseo de libertad, liberación, iluminación, realización personal, desarrollo interior, o como quiera que lo llamemos, no es una respuesta a una llamada del exterior.
No es un deseo de mejorar. No es un intento de realizar algún tipo de modelo ideal que tenemos en mente. No es cumplir con los preceptos de algunas creencias u opiniones…
La búsqueda es un asunto muy personal, un interés profundamente personal... Es una respuesta a una llamada profunda de nuestro interior. Se trata de nuestra propia falta de armonía, tal y como la experimentamos, de nuestro propio cuestionamiento y anhelo personal.
Si lo que se busca es alcanzar el conocimiento o la realización personal,…entonces no estamos preparados aún,..
La inquietud debe partir de uno mismo, de nuestras propias profundidades. Las preguntas deben referirse a la situación, a la mente de uno mismo, y no a algún sistema que alguien haya creado. Se puede recurrir a cualquier sistema, pero al final se trata de la propia vida, de la mente y la búsqueda de uno mismo.
La iluminación no va a provenir de ningún sistema, sino que debe resolver y clarificar la situación de uno mismo. La realización debe satisfacer y cumplir las exigencias de nuestro propio corazón y no los estándares de ningún sistema. La liberación debe ser personal, de uno mismo.
Así pues, el sendero eres tú, tu mente y tu corazón. La llamada es tu llamada, sólo le importa a tu vida y apela íntimamente a ti.
La llamada, el camino y la realización son un asunto íntimamente personal. Todo lo demás no, pues no puedes utilizarlo en tu favor ni en el de los demás, aunque la solución final de tu situación personal es tuya y la puedes utilizar también para los demás.
La búsqueda no produce mejora o perfección. Produce madurez, humanidad y sabiduría”.
A. H. Almaas “Essence”
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